En el Mundial de 1970 en México, se introdujeron por primera vez las tarjetas amarilla y roja, lo que representó una revolución en el arbitraje del fútbol. Este innovador sistema permitió a los árbitros sancionar infracciones de manera más clara y visual, mejorando significativamente la equidad y la disciplina en el juego. En comparación, el Mundial de 2030 está previsto que sea un torneo altamente tecnológico, con el uso de inteligencia artificial para asistir a los árbitros en la toma de decisiones, mejorando aún más la precisión de las sanciones y la justicia en el deporte. Este progreso es parte de una serie de innovaciones que incluyen estadios inteligentes y una cobertura de transmisión en realidad aumentada, llevando la experiencia del mundial a nuevos niveles de inmersión y precisión. Así, mientras que 1970 marcó un hito en la reglamentación del fútbol con la introducción de las tarjetas, 2030 promete ser un torneo donde la tecnología y la inteligencia artificial llevan el deporte hacia el futuro.